‘The Walking Dead’ está siguiendo lo que se ha convertido en
un patrón familiar para el éxito de AMC, mientras llega a la mitad de los de
ocho episodios de una sombría, extenuante y excesivamente sádica séptima
temporada.
La rutina es algo como esto: abre con algo
sorprendente (y luego más). Se aleja para seguir episodios discretos
e independientes que involucran otros personajes. Regresa a la trama central
antes de finalizar con algún tipo de momento de suspenso máximo, por más
irritante y manipulador que pueda ser.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi9r3xnvWpkz2Dx8h17wpICHK5toaXmXfrum2yvv5rTwptsUVeyzWhZ37-A9f5WAWoCJvK6RzfpvQMwoZe7ZDrQLWVVUHUPGkLuEEzfoo6kYuWuOKYVphGCRMfz_qYCdhfwlr8UrWrF2eRU/s320/negan-the-walking-dead.jpg)
Morgan ha aparecido en tres de los cuatro episodios y ha
dominado rápidamente la serie. Sin embargo, el sentido de amenaza
innegable que ha traído al show ha sido acompañado por incómodos, provocativos
y de alguna manera problemáticos temas, empezando con su intensión abierta de
emascular a Rick (Andrew Lincoln), líder del grupo que está ahora bajo el
control de Negan.
“Ya no estoy a cargo. Negan lo está “, admitió Rick a su comunidad,
lo que no impidió que Negan volviera a humillarlo.
‘The Walking Dead’ se ha enfocado más en la crueldad que los
humanos puedan infligir a otros en una sociedad sin leyes, que en los
horrores que hordas de zombies puedan cometer. Pero la llegada de Negan ha
vuelto la serie en un prolongado examen de la vida bajo un mandato dictatorial,
dejando a Rick y a su grupo contemplando una lista de terribles opciones que
incluyen peleas, escapes o simplemente permitir que el régimen siga su curso.
Al haber sido testigo de la crueldad de Negan de manera
cercana y personal, Rick propuso un tercer camino: “Les damos lo que ellos
quieren y vivimos en paz”, dijo. Pero claramente otros son menos optimistas
sobre esta perspectiva, incluyendo Mochonne (Danai Gurira), que amenaza con
crear algunos momentos icómodos en la casa.
No hay ninguna duda de que la llegada de Negan le ha dado al
programa una infusión de energía, algo que muchas series —incluso una tan
popular como esta—pueden utilizar a estas alturas del camino. La actuación
magnética de Morgan, sin embargo, ha tenido un costo en términos del “factor de
asco”, sintiéndose menos como un escape que como un calvario.
‘The Walking Dead’ nunca ha sido para los quisquillosos —la
sangre es una parte inherente de este mundo— pero ahora la serie corre el
riesgo de perderse en la brutalidad.
En el proceso, los productores han tomado esta serie a la que
sus más ardientes seguidores se han acercado con un sentimiento semanal de
anticipación y lo han reemplazado, al menos para algunos, con algo cercano al
pavor.
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